El nitrógeno y la enfermedad renal

¿Cuál es la relación entre el nitrógeno y la enfermedad renal? Cuando se trata de nitrógeno, pensaremos de urea en la sangre inmediatamente. En condiciones normales, el riñón tiene la función de filtración. El nitrógeno es un tipo de productos del metabolismo, los cuales deben ser dados de alta del cuerpo. Sin embargo, cuando la enfermedad renal se lleva a cabo, en especial de nitrógeno urea en la sangre aumentará en consecuencia. Así de BUN, que es corto para el nitrógeno de urea en sangre es un índice muy significativo que muestra la función del riñón.
En detalle, el BUN (nitrógeno ureico en sangre) es el metabolismo terminal de la proteína en el cuerpo. Generalmente, la proteína 1g puede conducir a 0,3 g de urea. La urea contiene nitrógeno, que representa el 28/60, casi llegando tan alto como la mitad. En condiciones normales, el riñón es el órgano que descarga de nitrógeno. La urea puede ser reabsorbido después de ser filtrada a través de los túbulos renales. Pero el daño de riñón hará una diferencia. Al principio, debido a la capacidad de compensación, el nivel de nitrógeno ureico en sangre no aumente. Con el daño es grave, habrá una mayor nivel de nitrógeno de urea en sangre. En este caso, el TFG (tasa de filtración glomerular) se ha reducido a menos del 50%.
Para una persona normal, el rango normal de urea (nitrógeno ureico en sangre) 3.2-7.1mmol / L (9-20mg / d1). Debido al tipo de lesión del parénquima renal, tales como la nefritis glomerular renal aguda o insuficiencia renal crónica, el BUN (nitrógeno ureico en sangre) se elevará.

Incluso si el nivel de BUN (nitrógeno ureico en sangre) está fuera del rango normal, no tenemos que preocuparnos de que podemos solucionarlo con un tratamiento específico mediante la reparación de las células dañadas intrínsecos en el cuerpo. En Shijiazhuang hospital de enfermedades del riñón, tenemos Micro-Chino osmoterapia Medicina, que puede ayudar a los pacientes a disminuir de nitrógeno en el cuerpo mediante la reparación de las células dañadas intrínsecas y descarga de las toxinas como el nitrógeno de urea en sangre, reviviendo así la función renal.