El diagnóstico de nefritis lúpica depende de análisis de sangre, análisis de orina, radiografías, ecografías de los riñones y una biopsia de riñón. En el análisis de orina, se encuentra una imagen nefrítica y se encuentran glóbulos rojos, glóbulos rojos y proteinuria. La Organización Mundial de la Salud ha dividido la nefritis lúpica en cinco etapas basadas en la biopsia. Esta clasificación fue definida en 1982 y revisada en 1995.
La clase I es una glomerulonefritis mesangial mínima que es histológicamente normal en microscopía óptica pero con depósitos mesangiales en microscopía electrónica. Constituye alrededor del 5% de los casos de nefritis lúpica. La insuficiencia renal es muy rara en esta forma
Clase II se basa en un hallazgo de nefritis lupus proliferativa mesangial. Esta forma típicamente responde completamente al tratamiento con corticosteroides. Constituye aproximadamente el 20% de los casos. La insuficiencia renal es rara en esta forma.
Clase III es la nefritis proliferativa focal y con frecuencia responde con éxito al tratamiento con altas dosis de corticosteroides. Constituye alrededor del 25% de los casos. La insuficiencia renal es poco frecuente en esta forma.
La clase IV es nefritis proliferativa difusa. Esta forma se trata principalmente con corticosteroides y fármacos inmunosupresores. Constituye alrededor del 40% de los casos. La insuficiencia renal es común en esta forma.
La clase V es nefritis membranosa y se caracteriza por edema extremo y pérdida de proteínas. Constituye alrededor del 10% de los casos. La insuficiencia renal es poco frecuente en esta forma.
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